Los políticos en Washington saben que el Estado Mexicano y sus fuerzas armadas están fuertemente implicados en muchos crímenes y en serias violaciones a los derechos humanos con las armas importadas de Estados Unidos. A pesar de esto, desde el 2012 Washington ha vendido miles de millones de dólares de armas y equipo militar a México. Miles de personas en México sufren por la violencia. Tenemos que parar el flujo de armas que la produce.