Por Eliana Gilet
Sputnik News, 7 de septiembre de 2018
El comercio legal de armas desde Estados Unidos a México alcanzó un pico histórico de 123 millones de dólares entre los años 2015 y 2017, según detalló el periodista John Lindsay-Poland junto a la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) en un informe reciente.
Según los datos oficiales que Lindsay-Poland consultó de la Oficina de Censos de Comercio Exterior estadounidense, el monto exportado en esos dos años creció 12 veces con respecto al período entre 2002 y 2004.
El comienzo de ese crecimiento exponencial sucedió en 2008, el primer año de vigencia de la Iniciativa Mérida de combate al crimen organizado en México, financiada por Estados Unidos. El informe que fue publicado en agosto pasado y aún no ha sido presentado en español, señala un vínculo entre las armas de fuego y el récord de asesinatos que registró México en 2017. “Dos de cada tres asesinatos se cometen con armas de fuego y el 70% de las armas que son recuperadas de escenas de crímenes provienen de Estados Unidos”.
“En 2017 hubo en México más de 31.000 homicidios y más de 16.000 fueron con armas de fuego. Armas provenientes de Estados Unidos fueron usadas en casos de violaciones graves a los derechos humanos, como el de Ayotzinapa. Armas que se compran de manera legal en Estados Unidos y luego son desviadas al crimen organizado”, dijo a Sputnik, Natalia Báez, investigadora de la CMDPDH y del citado informe.
Según el Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego, Estados Unidos (citado en el informe) 253.000 armas se venden anualmente en ese país con el propósito de ser cruzadas a México y volverlas ilegales. Texas y Arizona son los principales estados proveedores de las mismas.Además: Pistas para entender la violencia en Ciudad Juárez, la gran ciudad fronteriza con EEUU
Sin embargo, el informe destaca que las armas utilizadas para cometer graves violaciones a los derechos humanos habían entrado de forma legal a México, y estaban en manos de sus agentes del Estado.
Se señalan algunos casos:
- Policías de Iguala, Guerrero usaron rifles AR6530 (una variante del AR15) para atacar a los estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, el 26 de septiembre de 2014, que habían sido importadas legalmente a la Compañía Colt.
- La Policía Federal mexicana usó armas Dillon Aero, una metralleta que va montada en los helicópteros Black Hawk para asesinar a cinco personas en Tanhuato, Michoacán de un total de 22 que fueron asesinadas ese mismo día en 2015.
- Policías Federales usaron rifles Bushmaster XM calibre 45 para matar al escolta de seguridad del alcalde de Ciudad Juárez, en 2011.
- En Veracruz, la Policía a cargo de Arturo Bermúdez Zurita (actualmente preso y en juicio por desaparición forzada) compró 674 armas desde el año 2013 a las compañías estadounidenses Colt, Bushmaster y Combined Systems. También a las compañías Sig Sauer y Mossberg turcas, con base en Estados Unidos.
- Un detenido fue ejecutado en Tamaulipas, en 2011 por el capitán encargado de su custodia, que lo fusiló a corta distancia con un fusil Colt M16.
- El informe accedió a 38 sentencias de agentes de la ley mexicanos que fueron condenados por asesinato, 13 de ellos fueron cometidos por militares o marinos. En varios casos se cita el uso de armas producidas por las compañías Colt, Smith & Wesson, High Standard y Bushmaster.
La vía legal
“La secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) es la única institución en México que puede adquirir armas legalmente. Ellos se encargan de distribuirlas después a las fuerzas de seguridad, a las empresas y al público en general. Ellos son los distribuidores de armas en el país”, explicó Báez a Sputnik.
El intercambio comercial de armas entre Estados Unidos y México creció 12 veces bajo el amparo de la Iniciativa Mérida, que es la principal fuente de financiación de la guerra contra las drogas en México y que tiene a sus principales beneficiarios en las empresas armamentísticas estadounidenses.
“Entre 2010 a 2016 la SEDENA adquirió más de 350.000 armas de fuego. Las vinculadas a los crímenes que antes mencionamos son armas largas, rifles de asalto que pueden disparar más de 125 balas por segundo, que llegaron a México en el marco de la estrategia del combate frontal al crimen organizado”, señaló Báez.
El presupuesto militar de México, según datos oficiales publicados en el informe, creció un 18,8% entre 2017 y 2018: un aumento de 826 millones de dólares en un año. Pasó de 4,4 mil millones de dólares en 2017 a 5,2 mil millones de dólares al siguiente. Las licencias de exportación para las productoras de armas en Estados Unidos son aprobadas por el departamento de Estado de EUA.
Según la información pública que la SEDENA brindó a estos investigadores, el 55% de las armas que importaron a México entre 2010 y 2016 fueron destinadas a corporaciones policiales o militares; otro 23% quedó en manos de empresas privadas de seguridad; y el 22% restante fue adquirido legalmente por el público en general. La SEDENA también aumentó su producción propia de armas, que creció de 4.000 en el año 2012 a 23.600 en 2017.
Desde que México comenzó a contar los asesinatos cometidos con armas de fuego, en 1997, la cifra creció 570% en los últimos 20 años, señala el informe. En el 2017, año récord en asesinatos en México, 46 personas murieron al día con armas de fuego.
